Pregúntame

Cuando te sientas triste... Pregúntame.
Pregúntame, cuando no alcancen las palabras, o los fantasmas de un pasado tengan ocupada tu almohada. Cuando creas que me olvidé de la fantasía y de los gestos. Pregúntame cuando la única melodía que suene sea el silencio. Y cuando nuestra canción suene en un supermercado haciéndote recordar que soy el niño que te hacía sonreir…
Pregúntame, por favor, si me pasa lo mismo, si te sigo echando de menos, o si me encuentro perdido en mi mundo. Pregúntame si te busco en cada persona que me cruzo por la calle, o en cada llamada que recibo o en cada carta que habita el buzón. Si sería capaz de volver a empezar…
Pregúntame si sigo pensando que podemos seguir inventando un mapa cada día, y perdernos en un mañana y me permita seguir soñando. Pregúntame donde mantengo nuestras risas, nuestros besos y abrazos, y nuestras batallas sin final…
Pregúntame cuando dudes, cuando estés preocupada, cuando te lances al vacío, cuando no quieras saber nada de mí, o cuando me necesites. Tan sólo pregúntame cuando necesites escuchar una sencilla respuesta. Pregúntame y llena el vacío de los miedos y no vuelvas a darme alas que luego quieras arrancar. Sólo pregúntame a quien debo ser el mejor amante de mi soledad
Pregúntame, cuando no alcancen las palabras, o los fantasmas de un pasado tengan ocupada tu almohada. Cuando creas que me olvidé de la fantasía y de los gestos. Pregúntame cuando la única melodía que suene sea el silencio. Y cuando nuestra canción suene en un supermercado haciéndote recordar que soy el niño que te hacía sonreir…
Pregúntame, por favor, si me pasa lo mismo, si te sigo echando de menos, o si me encuentro perdido en mi mundo. Pregúntame si te busco en cada persona que me cruzo por la calle, o en cada llamada que recibo o en cada carta que habita el buzón. Si sería capaz de volver a empezar…
Pregúntame si sigo pensando que podemos seguir inventando un mapa cada día, y perdernos en un mañana y me permita seguir soñando. Pregúntame donde mantengo nuestras risas, nuestros besos y abrazos, y nuestras batallas sin final…
Pregúntame cuando dudes, cuando estés preocupada, cuando te lances al vacío, cuando no quieras saber nada de mí, o cuando me necesites. Tan sólo pregúntame cuando necesites escuchar una sencilla respuesta. Pregúntame y llena el vacío de los miedos y no vuelvas a darme alas que luego quieras arrancar. Sólo pregúntame a quien debo ser el mejor amante de mi soledad